SIURANA





Siurana de Tarragona1​ (oficialmente y en catalán Siurana, también llamada Siurana de Prades), es una localidad española de la provincia de Tarragona, Cataluña. Es un agregado del municipio de Cornudella, en la parte más baja de la Sierra de la Gritella, en la comarca de Priorato, en Tarragona.

Geografía

Ciurana puede considerarse como uno de los pueblos más bellos de la provincia. Asentado sobre un enorme peñón de roca caliza y rodeado por el torrente del Estopiñá, preside una magnífica panorámica del valle del río Ciurana y su embalse. Ciurana de Tarragona fue declarado paraje pintoresco en 1961. Entre sus paisajes naturales destacan formaciones rocosas como la peña gemela de la Siuranella, el Salto de la Reina Mora o la Trona, y los acantilados de Arbolí, frecuentados por aficionados a la escalada. Ciurana está flanqueada por la sierra de Montsant, y por picos como el de la Gritella (1089 m) y el de Gallicant (1028 m).


Ciurana de Prades o de Tarragona se encuentra en el extremo este de la Sierra de Prades, a 737m de altitud sobre el nivel del mar, en una montaña con forma de península que domina los valles del río Ciurana y de Cornudella. Se llega por una pista asfaltada desde la población de Cornudella, y también por un camino forestal desde Prades. también se puede llegar a pie por varios caminos y senderos, usados frecuentemente por vecinos, escaladores y excursionistas. Desde el año 1942 forma parte del municipio de Cornudella de Montsant.

Para llegar hay que tomar la salida de Reus de la autopista AP-7 (Barcelona-Valencia) y continuar por la carretera N-420 en dirección Falset. En Borjas del Campo nos desviamos por la carretera C-242 en dirección a Cornudella de Montsant y nada más pasar el pueblo en dirección norte tomar el desvío a la derecha que lleva únicamente hasta el pueblo (siguiendo los carteles que indican Siurana, que es el nombre en catalán). El final de la carretera hay un aparcamiento situado arriba del pueblo donde dejaremos los coches para ir a algunos de los sectores.


















Enriscada en un lugar inexpugnable sobre el río, fueron necesarios los caballeros de cuatro condes para someterla. Su castillo defendía una frontera infranqueable que se extendía desde el collado de Balaguer hasta Tamarit de Gaià. Conquistada en 1153, después de caer Lérida y Tortosa, fue el último bastión de la reconquista en Cataluña. Si os asomáis al precipicio que la circunda, descubriréis por qué no fue conquistada durante tres siglos y por qué su final fue tan trágico.


Abdelazía, la reina mora, antes que verse sometida a los cristianos, prefirió lanzarse al vacío desde un risco con su caballo, y el animal, aterrorizado en su inútil resistencia, dejó sobre la roca, marcada para siempre, la huella de su herradura. Y con ella desapareció el último baluarte sarraceno de Catalunya.

Hoy en día podemos ver un pueblecito encantador de casas y calles empedradas y los restos de la fortaleza sarracena, situados en la entrada del pueblo. A sus pies un pantano de aguas limpias y tranquilas ofrece la posibilidad de practicar todo tipo de deportes acuáticos.

El edificio más relevante de Siurana es la iglesia, de estilo románico, con un portal con tímpano figurado enmarcado por tres arquivoltas de medio punto que descansan sobre columnas con capiteles decorados con motivos diversos.

El pueblo está rodeado de sitios interesantes y es un sitio perfecto desde donde poder disfrutar de unas magníficas vistas de la Sierra de Montsant, la Gritella y la Montañas de Prades.

Cabe destacar Siurana como punto de referencia y destino para escaladores y excursionistas. Sus legendarios precipicios son en todo el mundo para la realización de estas prácticas.





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