PALACIO EPISCOPAL DE ASTORGA - LEON

 


PALACIO EPISCOPAL DE ASTORGA

Es un edificio de estilo neogótico, construido con granito del Bierzo, con rasgos de castillo, templo y palacete señorial, circundado por un foso.

Consta de cuatro fachadas flanqueadas por cuatro torreones. La principal y trasera, con sus ventanales apuntados, confieren al edificio un carácter de templo gótico.El acceso al interior se realiza a través de un pórtico; las enormes dovelas de sus arcos abocinados forman entre sí, con el apoyo del edificio, una cúpula de pequeñas piedras. Además de esta entrada principal, el edificio posee una salida o acceso al exterior en su fachada noroeste, desde la primera planta hasta el paseo de la muralla. Y también existe otra salida o entrada hacia la catedral mediante un pequeño puente de granito sobre el foso.

Es un edificio con planta de cruz griega inscrita en un cuadrado. Su cubierta a dos aguas es de pizarra y está bordeada por una balaustrada corrida de granito. Las chimeneas, probablemente diseñadas por Gaudí, deberían formar,  junto con los tres ángeles diseñados por él para remate de la cubierta, un atractivo conjunto que nunca hemos podido admirar. Como consuelo, los tres ángeles con sus atributos episcopales, están colocados en el jardín.

El Palacio consta de cuatro plantas:

Planta Sótano: espacio totalmente abierto sin divisiones de estancias, destinado en principio para Archivo Diocesano, Museo Epigráfico y bodega. Hoy alberga una colección epigráfica, numismática y lapidaria. Llama la atención la robustez de su paramento, cerámica muy tosca y piedra común. Dotada de un arco único en todo el Palacio, propio de la traza gaudiniana: el arco catenario. Y circundado por el foso que sirve a este espacio de luz y ventilación.
Planta Baja: dotada de un amplio vestíbulo que da paso a un gran hall central y de éste a las habitaciones privadas y de trabajo del Señor Provisor y del Señor Secretario. Contrasta bastante la profusa decoración de su interior frente al exterior. Los nervios de sus bóvedas están decorados con cerámica vidriada procedente de Jiménez de Jamúz, con reminiscencias al estilo mudéjar al igual que los capiteles, los mensulones, donde descansan los nervios de las bóvedas con un aire mozárabe y curiosos vitrales

Primera Planta: planta destinada a la figura del Señor Obispo con las distintas dependencias que se organizan alrededor del magnífico espacio central. El esquema de la cerámica vidriada se repite en esta planta a lo largo de sus bóvedas de crucería. Dotada esta planta de Capilla, Salón del Trono, Comedor de Gala y Despacho y en los ángulos los dormitorios.
Elementos destacables en esta planta, en cuanto a la decoración se refiere, son sus capiteles estrellados que nos recuerdan a los de la Sainte Chapelle de París y sus vidrieras historiadas, de tipo cisterciense y modernistas en la Capilla, Salón del Trono y Comedor, respectivamente.
Segunda Planta: íntegramente realizada por el arquitecto Ricardo García Guereta. Un piso muy sencillo a modo de desván que contrasta bastante con las plantas inferiores, dotado de dos balcones que actúan de coro para la capilla.

HISTORIA

En 1886 Don Juan Bautista Grau y Vallespinós, natural de Reus, toma posesión de la diócesis de Astorga, residiendo en el antiguo palacio episcopal, y el 23 de diciembre de ese mismo año el primitivo palacio ardió en llamas. Al estar vacante la plaza de arquitecto diocesano para la construcción del nuevo palacio, el Obispo Grau propone a su paisano Antonio Gaudí y Cornet que se hace cargo de las obras desde 1889 a 1893.

En diciembre de 1888, Gaudí viaja a Astorga para conocer el solar y el ambiente arquitectónico. En febrero de 1889, el Ministerio da el visto bueno al proyecto, saliendo las obras a subasta pública y adjudicándoselas al contratista D. Policarpo Arias en la cantidad de 168.520 pts.

El 24 de junio de 1889, onomástica del prelado, se coloca la primera piedra. Tenían previsto terminar las obras del Palacio en junio de 1894, pero el obispo fallece en 1893 y este hecho cambiará radicalmente el curso de las obras, paralizándose por el antagonismo entre Gaudí y la Junta Diocesana.

Finalmente Antonio Gaudí renunciará al cargo de arquitecto director, muy enfadado por el trato recibido y manifestando:” Serán incapaces de acabarlo y de dejarlo interrumpido“.

En 1905 D. Julián de Diego y Alcolea rige la diócesis de Astorga e intenta convencer a Gaudí de su vuelta a las obras del Palacio pero no lo consigue. El templo de la Sagrada Familia requería toda su atención y tiempo.

Se nombra entonces arquitecto a D. Ricardo García- Guereta que era diocesano de León, concluyendo las obras el 12 de octubre de 1913 y siendo Obispo D. Julián de Diego y Alcolea. Posteriormente con el obispo D. Antonio Senso Lázaro, la despreocupación por el palacio es manifiesta.

Durante la Guerra Civil se utiliza como cuartel y oficinas de la Falange y alojamiento de fuerzas nacionales.

En 1956 D. José Castelltort, obispo natural de Igualada, hace las últimas adaptaciones en el piso segundo del edificio con la intención de habitarlo lo antes posible, pero su repentino fallecimiento lo impide.

Le sucederá en la silla episcopal D. Marcelo González Martín, quien decide definitivamente residir en el Seminario y dedicar el Palacio a sede del Museo de los Caminos, que abrirá al público en 1964.































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