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23 junio 2022

POTOSI - BOLIVIA

 

POTOSI




LA CIUDAD
Potosí es una ciudad muy peculiar ya su altitud mas de 4000 mts. es uno de los factores a tener en cuenta, transitar con coche por esta ciudad si no eres del lugar mejor que te olvides , es un autentico laberinto de calles estrechas y empinadas sin lugar donde aparcar, la ciudad esta presidida por Cerro Rico, que es la minería en estado puro, y de alguna manera todos esta relacionado o dependiendo de la minería, muchas cosas te van a sorprender al turista que provenga de otras latitudes, por citar una que me sorprendió de gran manera es que hay una calle con muchas tiendas dedicada a la minería, donde puedes comprar toda clase de herramientas para trabajar en la mina pero lo mas fascinante es que puedes comprar cartuchos de dinamita con detonador incluido la cantidad que quieras sin que necesites ningún requisito o sea libre



Potosí –o Villa Imperial de Potosí– es una ciudad del suroeste (sur occidente) de Bolivia, capital del departamento del mismo nombre y de la provincia de Tomás Frías. Se extiende a las faldas de una legendaria montaña llamada Cerro Rico (en quechua: Sumaq Urqu), en la cual se situó la mina de plata más grande del mundo desde mediados del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII, durante del Virreinato del Perú.

Fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987 siendo el primer reconocimiento oficial que hizo esta organización internacional en Bolivia, debido a su aporte a la historia universal y su atractivo arquitectónico y artístico, siendo considerada como cuna del barroco andino en Bolivia.

Según los últimos datos del Censo oficial de 2012 del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia INE, el Departamento de Potosí cuenta con 828 093 habitantes (410 822 varones y 417 271 mujeres) mientras que en la ciudad (capital) su población llega a los 240 966 habitantes. Su altitud promedio es de 4067 m s.n.m., por lo que es, entre las ciudades de más de 100 000 habitantes, la segunda más alta del mundo detrás de El Alto, aunque esta última se encuentra aglomerada a La Paz, de menor altitud que Potosí.

La población indígena conforma aproximadamente el 65 % de la población (entre quechuas y aimaras) según una encuesta racial de Bolivia del 2009, luego mestizos que representarían un 30 % y blancos (principalmente criollos) serían un 5 % aproximadamente. 
La historia del Potosí se remonta a mediados del siglo XV, cuando estuvo por estas tierras el inca Huayna Capac para combatir a los guaraníes. Parte de la historia nos relata el cronista potosino Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela (1674-1736), en su magnífica obra Historia de la Villa Imperial de Potosí y Anales de la Villa Imperial de Potosí.


HISTORIA
El XI inca, hijo de Túpac Yupanqui, se llamó Huayna Cápac, que se interpreta Mancebo poderoso. Este fue aquel insigne en riquezas, de que puede causar admiración al mundo, que tuvo rimeros de oro y grandes montones de plata, pues como cuentan los cronistas Garcilaso de la Vega y el padre maestro fray Antonio de la Calancha con otros autores.

Admirado de su grandeza y hermosura dijo (hablando con los de su corte): «Este sin duda tendrá en sus entrañas mucha plata»; por lo cual mandó a sus vasallos que luego que llegasen a Ccolque Porco (que está distante de esta Villa siete leguas) volviesen, labrasen sus minas y le sacasen el rico metal. Así lo hicieron, y habiendo traído sus instrumentos de pedernal y madera fuerte subieron al Cerro; y después de haber tanteado sus vetas, estando para comenzar a abrir sus venas, se oyó un espantoso estruendo que hizo estremecer todo el Cerro y tras esto fue oída una voz que dijo: «No saquéis la plata de este Cerro, porque es para otros dueños». Asombrados los indios de oír estas razones desistieron del intento, volvieron a Porco [y] dijeron al rey lo que había sucedido; refiriendo el caso en su idioma, al llegar a la palabra del estruendo dijeron «Potocsi» que quiere decir dio un gran estruendo, y de aquí se derivó después (corrompiendo una letra) el nombre de Potosí. Esto sucedió (según la más probable cuenta) 83 años antes que los españoles descubriesen este famoso Cerro, y desde aquel tiempo se llamó Potocsi. Antonio de Acosta en la Historia de Potosí le da otra etimología, añadiendo que no tan solamente por el suceso dicho se llamó Potocsi más también porque luego que se descubrió el Cerro lo nombraron los indios Orcco Poctocchi, que quiere decir cerro que brota plata. Añade más este autor, diciendo que antes que el rey Huayna Ccápac viniese a esta provincia de Porco llamaban los indios al Cerro, Súmac Orcco, que significa hermoso cerro, por su hermosura exterior que, con más razón lo pudieran llamar así si vieran y sacaran la interior que tenía; más guardóla Dios para otros dueños, según se oyó en aquella voz que queda dicho, como lo cuentan el comentador Garcilaso de la Vega, el capitán Pedro Méndez, Bartolomé de Dueñas y Juan Sobrino. Y es cosa para notar que viviendo los indios tan cercanos al Cerro y andando sobre él no llegasen a gozar de su riqueza ellos ni sus reyes, estando labrando poderosas minas en Porco y Andaccaua, que distan de esta Villa siete leguas. Pero como la divina voluntad se lo impedía, pudo estar seguro hasta que fue servida de darla a un tan indignadísimo monarca como el emperador Carlos V.











POTOSI

CERRO RICO


El cerro de Potosí, conocido también como cerro Rico de Potosí (en quechua: Sumaq Urqu, 'cerro hermoso'; Urqu P'utuqsi, 'cerro de Potosí' o Qullqi Urqu 'cerro que brota plata'), es una montaña de los Andes ubicada en la ciudad de Potosí, Bolivia, o antigua Villa Imperial de Potosí, con una altitud aproximada de unos 4800 m s. n. m.

El cerro de Potosí dio nombre a la ciudad homónima que se pobló a su alrededor después del descubrimiento.

Es famoso porque en época de la colonia española tenía las vetas de plata más importantes del mundo y este cerro es considerado como la fuente de plata más rica de la historia de la humanidad. De esta mina salió el 80% de toda la plata del mundo, la cual aumentó la riqueza de todo el planeta. Esta riqueza produjo la construcción de nuevas ciudades e imperios y sirvió para financiar algunas de las maravillas del mundo.

Actualmente, se puede visitar la mayor mina de su interior, la mina Pailaviri, hoy propiedad del Estado. Está dividida en 17 niveles a los cuales se puede acceder mediante un elevador, que de tres en tres metros, alcanza los 240 metros de profundidad. Pailaviri trabaja continuamente desde 1545, siendo la mina más antigua cercana a la ciudad.

La temperatura en el interior de la mina puede variar unos 45ºC entre el exterior y los niveles más bajos, hacia arriba del nivel de ingreso, a unos 70 metros de altura.
 lo largo de los siglos, el Cerro Rico de Potosí gozó de fama continental y mundial por su explotación argentífera, y no podía faltar su complemento humano que fue Cantumarca, población nativa preincaica con 2500 habitantes en el inicio de la exploración minera, establecido a un cuarto de legua al oeste del Cerro Rico. Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela testimonia que originalmente se conocía como Ccantumarcani, que omitiendo las dos últimas letras se llamó después Cantumarca.

Dentro del espacio o sitio y a la parte meridional de Munaypata permanecen los vestigios de la población antigua de indios gentiles llamada Ccantumarcani, que perdidas las dos últimas letras hasta hoy conserva el de Cantumarca (que es lo mismo en castellano que vuestra tierra o vuestra patria) apartada al presente de esta Villa un cuarto de legua. A la parte de tramontana (en el mismo espacio y al pie de la cuesta que antiguamente la llamaron Cansada y ahora la nombran cuesta de Jesús Valle) se ven otras ruinas (ya casi debajo de tierra por la antigüedad) de edificios gentiles que en este sitio y el de Cantumarca habitaban antes que los españoles conociesen el Perú; y si no los tuvieron donde hoy está fundada la Villa fue por ser entonces esta parte una grande ciénaga para solo pasto de sus ganados: por esta causa es muy húmeda la población pues está fundada la mayor parte sobre agua.

Era el centro de población minera, metalúrgica y comercial más grande de la cultura andina y participaba del camino real del Inca por el comercio del trueque argentífero y transporte de plata del Sumac Orcko y Porco al Cusco y otras regiones del territorio incaico. Por otro lado también muy dedicado a la vida pastoril y agrícola, ya que era una zona cenagosa para pasto de sus ganados, por esta causa era muy húmeda, la población pues, se estableció la mayor parte sobre agua. Antes de la conquista española, en el contorno del cerro había poblaciones indígenas: Ccantumarcani fue una antigua habitación de indios gentiles; Cuesta Cansada (más tarde Jesús Valle) era otra población indígena; Karikari y Wiñayrumi (que es la Cantería, donde habitaban los indios pastores de aquel ganado de la tierra que nombran llamas) estaban a pocas leguas del cerro.
El Cerro Rico es, entre otras cosas, una forma. Es la gran pirámide que se eleva sobre la ciudad de Potosí, la silueta que aparece en el escudo nacional de Bolivia, en los sellos, en los carteles, en las postales y en los paisajes de los cuadros barrocos, un  gigantesco monumento triangular, el icono de las riquezas terrestres y los poderes divinos. Pero se está des-plomando. En los diarios bolivianos, los articulistas escriben 
su temor de que el símbolo nacional quede desmochado. 

Mientras tanto, los diez mil mineros, entran bajo tierra todos los días y siguen perforando. Trabajan para 39 cooperativas. En el exterior, la gran empresa Man-quiri, propiedad de una multinacional estadounidense, procesa los desmontes y los pallacos: son los depósitos gigantescos de rocas y gravillas que los mineros extrajeron durante siglos y que descartaron porque tenían una proporción muy baja de mineral. Con la tecnología de hoy, a la empresa le sale rentable procesar esas montañas de escombros y extraerles la plata y el zinc.
Cada dinamitazo le abre otro hueco al Cerro. Un estudio del Ministerio de Minería identificó 138 zonas derrumbadas, algunas recientes, otras de hace siglos, y también señaló muchos puntos en el laberinto de galerías que presentan un riesgo muy altooco preocupados per el escudo nacional, entran todos los días a la montaña.
Los potosinos temen el día del colapso final, la avalancha apocalíptica que culmine la historia del Cerro Rico: en su interior yacen los huesos, o el polvo de los huesos, de docenas de miles de mineros
Cuando procesan el mineral, sueltan mucho polvo. Es como una niebla venenosa.
Los vecinos protestan. Tienen dolores de cabeza, respiran mal, enferman con tanta porquería en el aire; reclaman a las cooperativas que cierren el ingenio con un galpón para que no salga el polvo, que tapen los camiones, que rieguen. Pero no hacen caso y nadie les obliga a cumplir la ley.
—En Potosí dicen que no hay otra ley que la de los mineros . Y cuando se acabe la minería, la ciudad va a desaparecer. Llevamos cinco siglos con la mina y en cinco siglos no se ha hecho nada para crear otras fuentes de trabajo. como afirmaba un vecino no tenemos ni una fabriquita en todo el departamento.










cartucho de dinamita con su detonador , que venden en las tiendas al alcance de cualquiera que lo compre






El Cerro Rico de Potosí, ubicado en Bolivia, es una emblemática montaña que ha sido testigo de una historia rica y tumultuosa a lo largo de los siglos. Conocido también como el "Cerro de la Plata", este imponente macizo ha desempeñado un papel crucial en la economía mundial durante la época colonial, gracias a sus inmensas reservas de plata que atrajeron a exploradores y colonizadores desde el siglo XVI.

La historia del Cerro Rico está estrechamente ligada a la explotación minera y a la mano de obra indígena que sufrió condiciones extremadamente duras bajo el dominio español. La extracción de plata alcanzó su apogeo durante los siglos XVI y XVII, convirtiendo a Potosí en una de las ciudades más grandes y ricas de América Latina en ese entonces. Sin embargo, esta riqueza vino acompañada de una gran tragedia humana, ya que miles de indígenas y esclavos africanos fueron sometidos a trabajos forzados en las minas, enfrentando condiciones deplorables y una alta mortalidad.

A pesar de su importancia histórica y económica, el Cerro Rico también ha sido testigo de una serie de desafíos y problemas a lo largo de los años. La sobreexplotación minera ha llevado a la disminución de los recursos naturales, provocando colapsos en las galerías subterráneas y generando preocupaciones sobre la estabilidad estructural de la montaña. Además, las condiciones laborales precarias persisten para muchos mineros que trabajan en condiciones peligrosas y poco seguras.

En la actualidad, el Cerro Rico de Potosí sigue siendo un símbolo de la riqueza histórica y cultural de Bolivia, a pesar de los desafíos que enfrenta. El turismo juega un papel cada vez más importante en la economía local, ya que visitantes de todo el mundo acuden a explorar las minas y aprender sobre la historia de este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.

En resumen, el Cerro Rico de Potosí es mucho más que una simple montaña; es un testigo silencioso de la historia colonial, de la lucha de los pueblos indígenas por su tierra y su libertad, y de los desafíos contemporáneos que enfrenta Bolivia en su búsqueda de un desarrollo sostenible y equitativo. Su historia compleja y sus paisajes impresionantes continúan cautivando a aquellos que se aventuran a explorar sus profundidades y a reflexionar sobre su legado histórico.

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LA HACIENDA CAYARA




La Hacienda Cayara, antigua Encomienda de don Juan de Pendones, cuyos títulos originales datan del año 1557, hacen que sea la primera Hacienda constituida en la Nueva Toledo (hoy Bolivia).

Naturaleza, tranquilidad y la oportunidad de viajar en el tiempo son elementos que se fusionan en el Hostel Museo Cayara. A tan sólo 30 minutos en bus/auto de la histórica ciudad de Potosí, que a su vez esta interrelacionada con una diversidad de puntos de interés. Situada en un privilegiado valle a 3550 msnm.

Reconocidos por nuestro amigable y personalizado servicio estamos deseosos de hacerlo sentir en casa, aún estando lejos de su hogar. Asistimos de la mejor forma los deseos de nuestros huéspedes desde el momento en que planifica su itinerario hasta su retorno.

Deje que la magia de la época colonial lo acaricie y descubra Cayara y Potosí desde sus más hermosos e históricos ángulos. Nosotros lo hacemos posible.

EL MUSEO
Solar de Marqueses y familias de la nobleza colonial, así como de pioneros de la industria y de la cultura en la época republicana, es la historia viva de más de cuatro siglos registrados en cada recoveco de la hacienda más antigua de todo el continente. La enorme casona, sus muebles y pinturas, así como sus dos notables bibliotecas, llenas de viejos libros y documentos de alto valor histórico, son una invitación a retroceder en el tiempo.

Ocho Salas de Museo y el Gran Salón Jack Aitken Soux, muestran una gran colección de objetos de uso diario, obras de arte de gran valor, armaduras usadas en la Conquista del Perú, mosquetes y sables que nos remontan a la guerra de la Independencia. Viejos fusiles y espadas usadas en la Guerra del Pacífico y del Chaco.

Además de instrumentos de caballería de todas las épocas, colecciones de cerámica Pre-colombina, una capilla, así como jardines y paseos que sumados a la historia y la leyenda, hacen del ahora denominado Hostel Museo Cayara, un lugar único en el mundo.




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